¿Qué puedo decir? Que fue una grandiosa experiencia, donde viví casi de todo pero aun así, yo acepte el reto. No fue sencillo, realmente la teoría a la práctica es otra cosa. Está fue mi primera vez a cargo de un grupo, por tres meses, pero no de un grado, ¡DE CINCO GRADOS! Y no fue sencillo, al principio me sentía algo confiada pero en el primer día solo fui inocente. .. pero aun así, a través de los días, comencé agarrarle la onda y poder hacer un mejor trabajo para el aprendizaje de los pequeños, ya cuando me di cuenta, termino mi contrato...
Y a pesar que sentí que me faltó hacer más por ellos, tanto pedagógicamente como didácticamente, ellos el día de hoy me agradecieron con un convivió sorpresa que realmente no esperaba, además de que hicieron unos pequeños presentes...
Una de las cartas de mis alumnas decía que aprendió mucho de mí, que estaba agradecida que fuera su maestra y que nunca la olvidará porque ella no lo iba hacer... Realmente esas palabras me llegaron y espero haber echo un buen trabajo como ella y los demás me escribieron y me dijeron...
Quién diría que con estas clases de cosas, uno, comienza amar su profesión. Yo en lo personal, no consideró que tenga la vocación pero me esfuerzo por ello y al leer, escuchar, sus palabras, no solo me motivaron a seguir por esté camino, sino, que también me recordaron porque elegí estudiar y ejercer está profesión. ..
Termino contenta y satisfecha de mi trabajo, aunque sé que pude hacer más, los alumnos me hicieron sentir bien con mi trabajo; y bueno a seguir con los demás retos que me prepara este año.
